CONCLUSIONES
El
objetivo final de éste libro, ha sido
intentar ofrecer la visión de una faceta importante de la Antropología
Cultural y de la Medicina: la Folkmedicina de un área cultural a la que convencionalmente he llamado,
Almería(8.779 Km.), que ocupa parte del Sudeste español, en Andalucía
Oriental y en el Mediterráneo Occidental
y durante el siglo XX.
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ESPERANDO LA CONSULTA |
¿Pero, es
este modelo unitario de una entidad, aplicable diacrónica o transculturalmente
a la patología a que el médico ha de enfrentarse diariamente y durante años en
un área de trabajo reducida y delimitada por una peculiaridad cultural distinta
en mucho a otras incluso de su misma nación?, expresado de otra forma:¿Puede el
médico experimentado en la más variada patología, clasificar, tratar de un modo
serialista y clasificar todas las enfermedades sin tener en cuenta el método
(holistico, referido a la antropología) que estudia al hombre como un conjunto
—y a la enfermedad en su conjunto— en sus múltiples dimensiones, propiedades o
rúbricas, proporcionadas por las peculiaridades del entorno físico o cultural
que los rodea?. La razón de ser de la Folkmedicina, y de la Medicina Popular
como partes de la Etnomedicina, es buscar un punto de conexión entre el método serialista y la estrategia holística.
Para el avance del conocimiento de la enfermedad es imprescindible, un previo
avance bifronte, recíprocamente fertilizante, entre la medicina científica y la
Folkmedicina. Y además la implicación o complicidad del mismo profesional de la
medicina en el conocimiento cultural del medio que ayudaría a un discernimiento
más empático y por ende más eficaz. Los defectos culturales de una zona son
suplidos por la adaptación de la medicina científica a la popular pero solo si
esta se conoce suficientemente. Yo he sido considerado como buen
profesional por mis pacientes y por el
pueblo en general, en parte porque conozco muy bien la cultura del medio donde
ejerzo. Y no pocas veces me he ido al terreno del enfermo en sus concepciones
de la enfermedad para ayudarlo y comprenderlo mejor.
La
conclusión es: para estudiar la Medicina Popular en Almería, he tenido que
estudiar en parte su historia global
(prehistoria, época árabe, época Moderna...) su historia de la Medicina,
su geografía general, etc. Y he acabado
concluyendo que hay persistencias “Neolíticas” que con la base de la Medicina
Popular Almeriense. Esto, hoy por hoy es para mí más que una conclusión, una abstracción. ¿Que yo
solo comprendo? y que quizás no haya sabido o podido expresar a lo largo de
ésta obra.
Para quien
intente desterrar las prácticas de Folkmedicina o desprenderlas de su contexto
intimo de una forma drástica, habría que advertir, que tales medidas podrían
revertir en un mayor arraigo de estos procedimientos y en su modificación
reactiva contra la medicina científica, cada día más deshumanizada.
Quiero matizar
que el conocimiento del concepto, fines e importancia de la
Etnomedicina, Folkmedicina y de la Medicina Popular, son un poderoso auxiliar:
a) Para el estudio de la enfermedad
concebida como una fusión de problemas puramente biológicos, con una serie de
tensiones socioculturales de diversa índole.
b) Para la buena comprensión de que
toda cultura —seleccionando formas de comportamiento emanadas de su folklore
y tiende a construir un gran aparato,
dirigido a solucionar problemas humanos
incidiendo realmente sobre la enfermedad en sí “en este momento” y “aquí”.
c) Para lograr un estado sanitario
adecuado dentro de una comunidad.
Es
también necesario e importante el
estudio de estas disciplinas para
lograr una situación sanitaria correcta, porque las pautas peculiares de
conducta (de origen cultural) de un pueblo inciden de algún modo sobre las
formas de concebirse y aparecer la enfermedad al exterior. Y que al preocuparse
por parte del médico, por conocer las
raíces y procedimientos consuetudinarios que influyen en la patología de una
zona cultural determinada, puede dar luz al no experimentado o al médico
foráneo, sobre el porqué a veces, se ha podido reaccionar ante una situación no
comprendida, de un modo más o menos extraño y en una determinada área de salud.
Conociendo esto, resulta posible
comprender la situación sanitaria y reformarla, con mayores fundamentos,
si es posible, ya que la medicina popular es un modo de actividad poco nociva, establecida, dentro del seno del
total de la sociedad moderna o aislable,
pero tal vez no marginable, ni despreciable, pues el total es al fin toda clase de Medicina.
No me he
podido desprender, como otros autores afirman haberlo hecho (Ferrándiz Araujo
(1974), p. 31) del “ánimo de interpretación de lo observado, pues yo creo que
en ello reside algo de lo interesante de éste ensayo desde el punto de vista
intelectual sobre todo en las interpretaciones históricas y de persistencia de
medicinas populares antiguas,
interpretaciones que considero oportunas y fundamentales para la mejor comprensión de lo recogido y
para una conclusión estructural del tema, pues lo concreto habría que recogerlo
otra vez cada año o cada década. Así, me adelanto al futuro y aclaro el
presente, con la especulación en el pasado. Lo que no debe hacerse, son
interpretaciones gratuitas, o con afán de “superioridad”, o hacer descripciones
ridiculizantes.
Las
creencias tradicionales puede pensarse no perviven en una sociedad tan moderna
como la nuestra, con un alto nivel de educación si lo comparamos con décadas o
siglos anteriores .Marginalmente a que la provincia objeto de estudio fue una
de las de mayor índice de
analfabetismo a mediados del siglo XX,
indudablemente persisten éstas creencias
mitigadas en los detalles. Son
las esencias de la Medicina Popular que se transmiten inevitablemente y
que modifican conceptos, hasta en los intentos de actuación sobre educación
sanitaria de la Televisión, los artículos sobre “salud”en prensa, folletos
del SAS, campañas sanitarias etc.
Los
límites geográficos, confieren a Almería un
marcado carácter: paisaje desolado, casi desértico, limitados recursos
agrícolas, antiguo carácter regresivo de
su población...éste medio natural es donde la acción del hombre construye su
cultura, utiliza sus elementos, los adapta a fin que le sean útiles para sus
fines. El medio natural especial en Almería es un fuerte condicionamiento de la
Etnomedicina. El conocimiento de ésta
disciplina, nos ayuda a comprender, cómo ha respondido el “grupo
almeriense” durante el último tercio del siglo XX, en su necesidad de
satisfacer sus exigencias (universales) en recobrar el problema existencial que
la enfermedad conlleva, por la convicción de que la Medicina moderna “sabe
más”. Al mismo tiempo, constato la existencia
de tales creencias ancestrales que tardarán, tal vez, siglos en desaparecer. El estado de la
Medicina popular en este período (l.976—2008) y en esta área, la actual
provincia de Almería ha ido cambiando y ofrece conclusiones sobre su estado que
dependen del grado en que los miembros del
grupo estudiado también cambien culturalmente.
La realidad es - y esto es lo que he pretendido
reflejar en este estudio- que subsisten perpetuadas muchas prácticas
folkmédicas bien en activo, bien en la memoria “como cosa de viejos”. La
“Folkmedicina Moderna”, por tanto puede considerarse “una versión filtrada de
la Medicina científica especializada” (Coe) y refleja entre otras cosas “la
consideraciones que el profano conceda a
la Medicina profesional” concepto aplicable quizás a áreas de muy alta
educación, pero que en el caso del área estudiada y por sus condicionamientos
especiales, coexiste también con la Folkmedicina “antigua”.
Interesa
también este estudio, porque según Coe: “el nivel de nuestra asistencia médica
viene determinado en primer lugar por el tipo de Folkmedicina que practicamos”.
Nuestros auto-tratamientos o decisiones de consultar al médico se basan en la
Folkmedicina que conocemos. Las practicas de Medicina popular, se diferencian
en muy poco de las actividades y comportamientos adoptados sobre otros aspectos
de la vida cotidiana, como la religión, las creencias estéticas o el trabajo
cotidiano. Sería difícil deslindar practicas que comúnmente son consideradas
como científicas, como tomar una aspirina para un dolor de cabeza, que no es
nada más que una forma de de terapia popular, que trata el síntoma, sin
averiguar la etiología de la cefalea, como erradicar prácticas populares pseudo científicas o científicas.
No
estudia la Folkmedicina, la moda de la vuelta a la Naturaleza (naturismo,
ecologismo...), sino la persistencia arraigada esencialmente en la cultura
almeriense; “el modo de ser” del almeriense frente a la enfermedad desde la
prehistoria a nuestros días.
Y esta
provincia en particular, se caracteriza por sobrevivir en ella elementos de
cultura popular de raíces muy profundas, conservados en su “forma cultural de
ser” de un modo heredado e inconsciente de las culturas argáricas, griegas o
árabes.
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